En otras ocasiones hemos tenido la oportunidad de ver algunas pinturas envueltas por cierto misterio —como en el caso de "la otra Gioconda" o la "Alegoría de la vista" de Jan Brueghel— que se conservan en el Museo del Prado.
Sin embargo, la célebre pinacoteca no es el único museo madrileño que cuenta en su haber con obras de arte cargadas de detalles interesantes e incluso enigmáticos.
Eso es lo que sucede, precisamente, con una pintura conservada en el Museo Thyssen-Bornemisza de la capital española, que parece contener un singular mensaje
astrológico.
Aunque las obras de arte con un mensaje de este tipo son relativamente abundantes, no ocurre lo mismo con aquellas que muestran directamente una carta astrológica.
Una de estas escasas obras de arte decoradas con un horóscopo fue realizada en el Detalle de la
carta astrológica (Museo Thyssen-Bornemisza)siglo XVI (concretamente en el año 1542) por el pintor alemán Christoph Amberger, y hoy forma parte de la colección del museo madrileño.
Si nos acercamos hasta la sala 6 de su colección permanente, tendremos la ocasión de contemplar el, en apariencia, convencional 'Retrato de Matthäus Schwarz'.
Según la documentación que se conserva, Schwarz fue un adinerado contable y un alto funcionario de su época, nombrado noble por el emperador Carlos V, y que destacó especialmente por trabajar para los Fugger, una de las más poderosas familias de banqueros del Renacimiento.
La pintura de Amberger nos muestra al contable Schwarz situado en un lujoso interior, vestido con ricos y elegantes ropajes propios de su condición y apoyado junto a una ventana.
Allí, en el alfeizar, se observa una copa de vino, pero destaca especialmente una hoja de papel en la que el artista anotó la fecha y hora de nacimiento del retratado (18:30 horas del 19 de febrero de 1497), la de la realización de la pintura (16:45 horas del 22 de marzo de 1542) y la edad de Schwarz en el momento de ser pintado: 45 años y 30 días.
No hay ninguna duda de que esta página con anotaciones es una tabla astrológica. El detalle más importante, sin embargo, aparece representado en el cielo visible a través de la ventana. Allí, siguiendo las órdenes de Schwarz, Amberger pintó el horóscopo de su cliente.
Originalmente, Schwarz encargó al artista dos obras: su retrato y una segunda tabla a juego (hoy en manos privadas, en la llamada 'Colección Kisters'), en la que el artista representó a Barbara Mangold Schwarz, esposa del contable, también acompañada por su propio horóscopo.
Por desgracia, las únicas fotografías existentes de esta otra pintura se encuentran en blanco y negro, por lo que la calidad no es demasiado buena, y apenas se aprecia el horóscopo correspondiente. En todo caso, y teniendo el ejemplo del retrato de Matthäus, podemos hacernos una idea bastante aproximada de su aspecto general.
No hay ninguna duda de que la presencia de horóscopos gratis y cartas astrales en ambas pinturas se debe al notable interés que el importante contable mostró por la astrología durante toda su vida. Un detalle que quedó inmortalizado para la posteridad en la obra de Amberger, una hermosa pintura que todos podemos disfrutar hoy en la pinacoteca madrileña.